lunes, 6 de febrero de 2012

SOPAS DE TOMATE


     

Hoy os traigo unas sopas de Tomate que hace no se cuanto tiempo que no hacía pero abrí la nevera y me encontré un bote de tomate natural casero, de los que hago en el verano cuando mi huerto se pone como loco a dar tomates y también tenía un pan de esos de leña estupendo de ayer, y he pensado Sopas de Tomate de esas que hacía mi madre cuando yo era chica y que siempre me comía a regañadientes porque no me gustaban pero que con el tiempo te gustan mucho y las echas de menos que no veas.

Las sopas de tomate antiguamente se hacían en verano que era cuando realmente había tomates, luego cuando se empezaron a conocer las conservas  se empezaron a comer en cualquier época del año. Recuerdo en casa de mi abuela cuando hacia conserva y metía los tomates en botellas de cristal como las de las gaseosas antiguas porque no tenía tarros, difícil era entrar los trozos de tomate pero y luego sacar aquello de allí uno se tiraba tres horas vaciando la botella. jajaja.

Os dejo la receta y como se han realizado en casa de mi abuela y después en casa de mi madre y ahora en la mía estas sopas:

INGREDIENTES:

1 kg  de Tomates frescos o de los que vienen envasados al natural en bote.
1 cebolla mediana
1 pimiento verde
2 dientes de ajo
cominos (opcional)  al gusto
sal
1/2 cucharadita de café de pimentón de la vera
aceite de oliva
pan del día anterior 1/4 de barra
agua 

ELABORACIÓN:

En una sartén echamos el aceite y rehogamos la cebolla picada finita, el pimiento verde, cuando esté pochado añadimos el pimentón,  el tomate  pelado y lo dejamos que se haga.
Mientras se fríe el tomate,  majamos los  ajos  y los cominos con un poquito de sal y picamos el pan a rebanadas finitas y pequeñas en la sopera, cazuela o directamente en los platos donde vayamos a servir.
Añadimos el agua al tomate y nuestro majado , sal  y lo dejamos cocer durante 10 minutos y volcamos en nuestra sopera, cazuela o platos y a comer calentitas en estos días de frío. Las podemos acompañar con unas uvas, higos o guindillas verdes en vinagre.

Esta sopa se puede comer también fría, las has hacemos y cuando se hayan enfriado las entramos la nevera y ya tenemos una comida o una cena resuelta, sobre todo en verano que es cuando apetecen fresquitas por el  calor.

¡ Buen provecho!


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